Un gran hombre dijo en cierta ocasión: "En realidad no me
preocupa que quieran
robar mis ideas, me preocupa que ellos no las
tengan". Ese gran hombre fue el físico y matemático
Nikola Tesla, responsable directo de muchos de los adelantos tecnológicos de los que disponemos en la actualidad.
Recuerdo a Tesla porque, a pesar de ser un hombre como ninguno, desinteresado, poco codicioso y solidario, muy pocas veces recibió crédito por lo que hizo. Por ejemplo, a pesar de merecer el Premio Nobel en Física, nunca lo recibió y fue hasta años después de su solitaria muerte que se le dio el crédito que siempre debió tener. Tesla murió pobre y sin ver mayores frutos por todas sus invenciones; algo terrible, sin lugar a dudas.
Sin embargo, a pesar de este trágico final, la vida de Tesla sí nos deja una valiosa lección a nosotros: no es el dinero lo que importa, es la forma en la que aplicamos el conocimiento a nuestra vida, pero, como él, intentando siempre mejorar la de los demás.
Estimados alumnos y amigos, tienen ante ustedes un año entero de descubrimientos. Afróntenlo con decisión pensando no solo en ustedes mismos, sino también en los que los rodean. Esfuércense por encontrar la magia escondida dentro del estudio seglar, así, aprenderán no solo para ganar una clase y tener un título, sino para la vida entera.
Un cordial abrazo de mi parte. Éxitos y a por todas.
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Nikola Tesla
Foto de Napoleon Sarony |